Otro ejemplo, consistiría en analizar la facturación de una empresa en un periodo de tiempo dado y de cómo influyen los gastos de promoción y publicidad en dicha facturación. Si consideramos un periodo de tiempo de 10 años, una posible representación sería situar un punto por cada año de forma que la primera coordenada de cada punto sería la cantidad en euros invertidos en publicidad, mientras que la segunda sería la cantidad en euros obtenidos de su facturación. De esta manera, obtendríamos una nube de puntos que nos indicaría el tipo de relación existente entre ambas variables. En particular, nos interesa cuantificar la intensidad de la relación lineal entre dos variables. El parámetro que nos da tal cuantificación es el coeficiente de correlación lineal de Pearson r, cuyo valor oscila entre –1 y +1
Como se observa en los diagramas anteriores, el valor de r se aproxima a +1 cuando la
correlación tiende a ser lineal directa (mayores valores de X significan mayores valores de Y),
y se aproxima a –1 cuando la correlación tiende a ser lineal inversa.
Es importante notar que la existencia de correlación entre variables no implica causalidad.
¡Atención!: si no hay correlación de ningún tipo entre dos v.a., entonces tampoco habrá
correlación lineal, por lo que r = 0. Sin embargo, el que ocurra r = 0 sólo nos dice que no hay
correlación lineal, pero puede que la haya de otro tipo.
El siguiente diagrama resume el análisis del coeficiente de correlación entre dos variables:
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